martes, febrero 15, 2005

Crisis Coreana, razones y pasos futuros

Claves del conflicto
La península de Corea está dividida en dos Estados a raíz de los problemas heredados de la Guerra Fría. La importancia del conflicto intercoreano reside en la situación geográfica de Corea, que juega un papel estratégico en la región del este asiático. El conflicto no solamente afecta a Corea, sino también a otros Estados con influencia histórica en la zona, como Japón, China, Rusia y Estados Unidos. La frontera que divide a las dos Coreas tiene un origen bélico: es el resultado de la firma de armisticio, el 17 de julio de 1953, tras la guerra civil de Corea, que también enfrentó a las dos superpotencias de entonces, Estados Unidos y la Unión Soviética. Corea del Norte y Corea del Sur se encuentran todavía en guerra técnica, puesto que el armisticio que puso fin al conflicto bélico no ha sido ratificado con un tratado de paz.
Hasta 2001-2002, la cuestión de la reunificación de las dos Coreas había sido la preocupación central de las potencias regionales y de la comunidad internacional. Esto cambia radicalmente a raíz de la crisis diplomática y nuclear que estalla cuando, tras el 11 de septiembre de 2001, el presidente estadounidense George W. Bush incluye a Corea en el Eje del Mal, junto a Irak e Irán, provocando una reacción inesperada: la reanudación de la actividad nuclear norcoreana, a principios de 2003, rompiendo con el Tratado de no proliferación nuclear.
Ha habido cierta torpeza en el trato de Estados Unidos con el último imperio de tipo estalinista que dirige con mano firme el dictador Kim Jong Il. No ha tomado en cuenta la personalidad del que se hace llamar “Amado Líder”, un hombre hermético y poco previsible. La disuasión nuclear es hoy día su mejor arma diplomática, sea para obtener ventajas económicas, para mantener su feroz dictadura o para asegurar su seguridad consiguiendo un plan de paz que eliminaría el Acuerdo de Armisticio de 1953 o, al menos, un tratado de no agresión. Es una técnica diplomática peculiar de Corea del Norte: utilizar su capacidad militar o potencial como arma de persuasión para obtener ventajas de Estados Unidos o de los países de la zona.
Los países vecinos son los más perjudicados por la agresiva política estadounidense hacia Corea del Norte, dado que sufrirían las consecuencias directas de una escalada de las hostilidades. Entre ellos, Corea del Sur es el que más se siente amenazado por Corea del Norte por razones evidentemente geográficas e históricas aunque su nuevo presidente, Roh Moo Jun, elegido el 19 de diciembre de 2002, esté a favor de una mayor autonomía en su relación con Estados Unidos (que todavía tiene estacionados allí unos 37 000 militares) y una continuación del proceso de reconciliación con Corea del Norte. Japón, que podría, como Corea del Sur, verse obligada a considerar la revisión de su propio programa nuclear, tampoco ve con buenos ojos la nueva política estadounidense hacia Pyongyang. China tiene mucho interés en participar como mediador en las negociaciones que han empezado en el verano de 2003 entre China, las dos Coreas, Estados Unidos, Japón y Rusia porque la nuclearización del noreste asiático socavaría su seguridad física y económica. Según el cotidiano japonés Asashi Shimbun, Pekín habría ofrecido a Pyongyang una ayuda de 50 millones de dólares a cambio de su participación en nuevas negociaciones en 2004. La táctica china de retroceso ideológico en la política regional e internacional desde los años 1990, con el fin de “acumular una fuerza nacional” (doctrina Xiaopping) y desarrollar su economía, le ha impedido anticipar la crisis norcoreana de 2002-2003. Kim Jong Il no juzgó necesario consultar o advertir a su “aliado” de la reanudación de su política nuclear, y de forma general, China está notando cierta pérdida de influencia en materia de seguridad en el noreste asiático. Asimismo está interesada en impedir el derrumbe de Corea del Norte que provocaría una oleada de refugiados y el amasamiento de tropas estadounidenses en su frontera. En la provincia china de Jilin y el distrito autónomo de Yanbian se esconden unos 300 000 refugiados norcoreanos. La frontera es también el teatro de tráficos criminales como la venta-compra de mujeres y niñas norcoreanas.
Antecedentes y evolución del conflicto
Corea había sido tradicionalmente una monarquía soberana, a pesar de que dependía, en términos de vasallaje, de la China imperial. En 1894-95 se produce la primera división interna motivada por la creciente influencia de Japón en la zona. Pero no es hasta 1910, tras un enfrentamiento con la Rusia zarista originado por intereses comerciales, que Japón consolida su dominio sobre Corea, convirtiéndola en una colonia de su imperio.
A finales de la Segunda Guerra Mundial, la ocupación de Corea termina con la división de la isla, con el norte ocupado por tropas soviéticas, y el sur, por tropas estadounidenses. A pesar de que durante la guerra no se producen combates importantes en la península, comienzan a surgir grupos comunistas en el interior del país. En 1946, se crea el partido comunista de Corea del Norte, el Partido Coreano de los Trabajadores. En 1948, la ONU supervisa las elecciones que darían la victoria a Syngam Rhee, mientras que en la zona de control soviético sale elegido Kim Il Sung, que reclama la totalidad del territorio y proclama la República Popular Democrática de Corea. Este hecho fue el desencadenante de la guerra civil (1950-53) que dividió el país en dos, enfrentando a los coreanos de un lado y de otro del paralelo 38, con el soporte logístico y militar suministrado por las potencias respectivas. El 17 de julio de 1953, se firma el armisticio de Pan Mun Jom entre las Naciones Unidos (Estados Unidos), China y Corea del Norte –ninguna autoridad surcoreana es representada durante el proceso y la firma. La Guerra de Corea se ha cobrado la vida de 2 millones de personas.
La división producida por la guerra civil enfrentó, durante la Guerra Fría, a los diferentes modelos de Estado, produjo la adhesión a bloques ideológicos totalmente opuestos , y promovió dos diferentes propuestas de modelos económicos que han sido, en definitiva, los factores decisivos para el desarrollo de cada una de las partes. Corea del Norte optó por el sistema marxista-leninista y por una política económica heredada del estalinismo. El Partido Coreano de los Trabajadores llegó a controlar todas las instituciones gubernamentales. Mientras tanto, Corea del Sur se alineó enseguida con el bloque anticomunista, avanzando lentamente hacia un modelo democrático que no se vio consolidado hasta la década de los 90, cuando, junto con el establecimiento de un modelo económico liberal, se convirtió, gracias al apoyo de Estados Unidos, en uno de los "Cuatro Dragones" del sureste asiático, junto con Taiwan, Singapur y Hong Kong.
La caída del muro de Berlín, el desmembramiento de la antigua Unión Soviética y la consiguiente crisis del comunismo, condujeron a la decadencia del Norte y a su necesidad de acercarse al poderoso Sur. Desde hace un tiempo, la grave crisis económica que padece Corea del Norte amenaza con desestabilizar toda la península, llevando a Corea del Sur a considerar seriamente la posibilidad de una reunificación, a pesar del gran coste que ello representaría para su economía. El mítico paralelo 38 es hoy en día una frontera tanto económica como ideológica. La población surcoreana ve peligrar su bienestar económico como consecuencia de la amenaza que supone la integración de mano de obra barata proveniente del norte y el coste social que comportaría la implementación de ayudas financieras a las maltrechas industrias estatales del norte. A pesar de que en un primer momento Corea del Norte optara por la estrategia de amenazar con su programa nuclear, poniendo en actividad en 1991 el complejo nuclear de Yongbyon, en 1994, tras la muerte del presidente Kim Il Sung, firma un acuerdo con Estados Unidos, en el que se compromete a llevar a cabo el desmantelamiento de su programa nuclear e iniciar el diálogo con su vecino del sur. Y de hecho, entre 1994 y octubre de 2002, el material radioactivo de Corea del Norte está bajo control de Estados Unidos.
El acercamiento diplomático entre Corea del Norte y Estados Unidos apenas ha durado 7 años (1994-2001). La crisis estalla en octubre de 2002 cuando Washington decide poner fin al envío de petróleo a cambio del bloqueo del programa nuclear norcoreano –un intercambio que había sido negociado bajo la presidencia de Bill Clinton. En diciembre de 2002, Corea del Norte expulsa a los inspectores del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) y, el 10 de enero de 2003, rompe con el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNPN) al anunciar sus trabajos de recuperación de su combustible nuclear. Emite un comunicado sobre su reciente producción de plutonio en cantidades suficientes como para fabricar seis bombas nucleares. En efecto, Corea del Norte tiene almacenadas 8.000 barras de petróleo que pueden ser reprocesados para la obtención del plutonio. La política de amenaza nuclear de Kim Jong Il lleva a Estados Unidos a cambiar de estrategia. El 13 de enero de 2003 anuncia estar dispuesto a entablar un diálogo con Pyongyang con el objetivo de abordar el tema del desmantelamiento de su programa de armamento nuclear.
El 24 de febrero, Estados Unidos anuncia el envío de 24 bombarderos B-52 et B-1 a la isla de Uam en el Pacífico como medida de prevención en caso de que sea necesario intervenir en la península norcoreano. Por otro lado, el 25 de febrero, el Secretario de Estado Colin Powell anuncia el envío de 100 000 toneladas de alimentos para la población norcoreana antes del fin del año. En julio de 2003, Corea del Norte se muestra dispuesta a reanudar el diálogo con Estados Unidos y China, y empieza a finales de agosto una serie de negociaciones entre EE.UU, Japón, Rusia, Corea del Sur, Corea del Norte y China, que no han llegado todavía a zanjar la crisis. A principios de 2004, la declaración de Corea del Norte de interrupción de su programa nuclear puede ser considerado como el signo alentador de una voluntad de arreglo y apaciguamiento de las tensiones. Delegaciones estadounidenses no oficiales han realizado las primeras inspecciones extranjeras desde la expulsión de los inspectores en 2002.
Condiciones actuales
La muerte de Kim Il Sung suscitó la esperanza de una posible reunificación, pero no se contó con la peculiar personalidad de Kim Jong Il, su hijo. No obstante, el acercamiento entre ambas Coreas es imparable. En junio de 2000, les Jefes de Estados de las dos Coreas participaron en la primera cumbre común, por intereses diversos: Corea del Sur esperaba que este acercamiento permitiera parar el despliegue militar norcoreano en la frontera y limitar el programa nuclear y de mísiles balísticos; Corea del Norte deseaba, por su parte, el retiro de la presencia militar americana y una ayuda económica. Después de su elección en diciembre de 2002, Roh Moo Jun reafirmó su voluntad de acercamiento y de buena vecindad con Corea del Norte.
Era poco probable que las tensiones diplomáticas entre Washington y Pyongyang, provocado por el chantaje nuclear, desembocasen en una escalada y un conflicto militar, debido a la falta de apoyo de las potencias vecinas a tal iniciativa; los actores de ambos bandos tenían conciencia de que el coste que podría generar cualquier tipo de intervención directa sería altamente superior a los beneficios. Así, la crisis sólo se podía resolver mediante la negociación diplomática. Y así ha sido: el pasado mes de enero de 2004, Corea del Norte ha anunciado que desactivará sus plantas nucleares, y que no realizará pruebas ni fabricará armas atómicas, hablando de una “concesión audaz” a Estados Unidos a fin de acabar con la crisis. A cambio, la República Popular pide a Estados Unidos que excluya su nombre de la lista de los países acusados de apoyar el terrorismo, que ponga fin al embargo y las diferentes sanciones y que vuelva a suministrar carburante, suministro que se suspendió con el estallo de la crisis en octubre de 2002. Está previsto que las negociaciones tengan una continuidad durante el año 2004.
Hoy en día, el problema central de la actualidad norcoreana es la “hambruna silenciosa”, como la llama Amnistía Internacional, sufrida por la gran mayoría del pueblo y el derrumbe catastrófico de la agricultura. Según informes de la Organización para la Alimentación (FAO) y agencias de ayuda, decenas de miles de personas han perdido la vida a causa del hambre o de las enfermedades relacionadas con ella, y unos 13 millones de norcoreanos (más de la mitad de la población) sufren malnutrición. Además, muchos norcoreanos también carecen de la atención médica adecuada debido a la escasez de medios materiales y humanos. Por fin, la producción agrícola es sumamente insuficiente. Según el informe conjunto de la FAO y del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de octubre de 2003, a pesar de que en 2003 han mejorado las cosechas, en 2004 el país tendrá de nuevo un considerable déficit alimentario por la insuficiencia de la producción interna de alimentos, y necesitará unas 944.000 toneladas de cereales que tendrán que ser suministradas por la comunidad internacional. A pesar de diversos suministros, el déficit pendiente de dotación se evalúa en unas 404.000 toneladas, es decir que la ayuda no cubrirá más de la mitad de la población necesitada, y eso por causa de las restricciones.
El miedo patológico del actual dictador norcoreano a toda presencia extranjera es en gran parte responsable del desastre porque restringe la entrada al conjunto de los observadores independientes, donantes de alimentos y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales internacionales. Además no existe ninguna seguridad de que los envíos alimenticios lleguen realmente a los que más lo necesitan; al contrario, unos afirman que las autoridades norcoreanas han distribuido la ayuda internacional entre la población económicamente activa y leal al Estado, mientras que los grupos más vulnerables de la población -ancianos, mujeres y niños, y habitantes de las zonas rurales- son los que menos apoyo reciben. Parece que las autoridades norcoreanas utilizan los alimentos como un instrumento de presión política y económica. Sin duda, esta discriminación criminal así como la apertura de las fronteras a las organizaciones humanitarias tendrían que ser el reto prioritario de la agenda diplomática internacional. Pero ninguna ayuda o iniciativa internacional debilitará al régimen dictatorial si no va acompañada de un acuerdo de paz y del inicio de relaciones diplomáticas entre Corea del Norte, Japón y Estados Unidos. Por otra parte, es posible que Washington tenga interés en mantener una cierta tensión, que justificaría su presencia en el este asiático. Sin amenaza, las bases militares sobrarían y no haría falta la planificada construcción del sistema antimisil.
CIDOB

El por qué del Nombre

Hace algunos años vi una película protagonizada por Donald Sutherland llamada el Ojo de la Aguja, no era una maravilla del 7º arte pero era entretenida, y al pensar en los temas que quería publicar y que me interesa compartir con ustedes se me vino a la cabeza la trama de esta película. Un agente secreto Nazi descubre que la invasión será por normandía, huye de Londres y llega a una aislada Isla británica donde hay un par de granjas y una familia encargada del Faro. Ahí debe contactar a un submarino alemán y huir en él para entregar la información. Pero que pasa, en el último momento el frio asesino y agente titubea un instante porque se ha enamorado de la esposa del Guarda Faro y esta que también lo ha descubierto lo mata justo cuando se sube en el bote que lo llevará al submarino que ya se asomaba a pocos metros de la playa.
Que hubiera pasado si el agente cumple su misión, cambiaría la historia, o hubiera llegado y nadie le creería. Jamás lo sabrémos pero a veces convine repasar y analizar hechos del pasado que nos muestran lo que pudo haber ocurrido y no fue. Y esto es útil ya sea para no repetirlo o para dimensionar las grandes diferencias que pueden hacer pequeños actos humanos que a veces no valoramos.