miércoles, noviembre 15, 2006

El Punto Exacto

¿cuando se le comienza a tener cariño a alguien? es dificil saberlo, pero no imposible, sobretodo cuando pensamos mucho en una persona.
tengo amigos que son muy cercanos desde los 14 años, hoy tengo 32 y llevo mas de la mitad de mi vida de amigo con este tipo. Pero, por mas que pienso y pienso no recuerdo el momento exacto en que comenzamos a ser amigos.
¿Una fiesta?, ¿un partido de fútbol?, ¿un recreo?, quien sabe. Tengo una impresion mas o menos vaga de que a mitad de año ya nos juntabamos a ver peliculas de accion en su casa o en el cine.
Incluso con casos mas recientes se me dificulta la recordacion de esos instantes. Actualmente mi mejor amigo de la Universidad no es el mismo mejor amigo que tenia al salir de la universidad. El proceso fue largo y con matices pero finalmente de los compañeros que entramos en 1994 el que siento mas cercano y a quien mas respeto y confio es alguien que quizas solo encontraba entretenido y poco mas.
¿Una Fiesta?, ¿un trabajo en grupo?, ¿unas vacaciones? no lo se.
Lo que si recuerdo bien es el momento y motivo exacto en que distintas personas han dejado de ser amigos, debe ser por el dolor o el sentimiento de perdida que eso genera.
Últimamente he pensado bastante en esto y me he dado cuenta que prefiero recordar el momento en que comencé a querer, respetar, admirar, y confiar en una persona, que recordar el momento en que lo dejé de ver o en que dejamos de ser amigos.
Hace 11 días falleció el Osvaldo, Mi Suegro, y lo pongo en mayúsculas ya que para mi ese era su rol para mi. Y de ese rol nace mi cariño hacia el y la pena que sentí cuando falleció.
En este caso y, quizas debido a la pena, he recordado el moneto exacto en que comencé a tenerle cariño.
Mas o menos en agosto de 2001 nos preparabamos con Paula para comenzar nuestra vida juntos en la Madre Patria, y ya habiamos decidido no casarnos, en un primer momento yo esperaba algún reparo de mi familia, pero no hubo.
Sin embargo, Paula me avisó que su mamá quería hablar conmigo, es decir, con nosotros dos. Para mi sorpresa, el Osvaldo también estaba, y fue el que mas participó, el que puso condiciones, el que mas me "advirtió cosas". En el fondo yo ví ese día a una mamá y a un papá muuy preocupados por el futuro inmediato de su hija.
Desde ese día comencé a pensar en él como un suegro. Lo empecé a ver como un hombre que quería (y mucho) como un padre a la mujer que amaba y amo actualmente.
... Adios Suegro.